Hoy
os recomiendo un paseo a pie o en bicicleta por cualquier rincón de
la isla para disfrutar del paisaje que ofrecen, durante estas fechas,
los almendros en flor. Entre finales de enero y el mes de febrero
florecen estos árboles y la isla adquiere una belleza espectacular.
Mallorca se cubre de un manto de tonalidades rosáceas y blancas y
muchos turistas, pintores, amantes de la naturaleza y fotógrafos
aprovechan para disfrutar de su encanto. Cuando el frío empieza a
retirarse lentamente y la primavera empieza a asomar, en Mallorca
empieza la explosión de vida y color. Mientras, en otros lugares, la
naturaleza todavía permanece en letargo. Los campos espolvoreados de
blanco y rosa iluminan nuestra existencia y dejan una estampa en
nuestra retina difícil de olvidar.
Almendro en flor. Foto: Antoni Canals. |