La cascada de Es Salt des Freu y Orient

La parte interior de Mallorca es una gran desconocida para la mayoría de los que nos visitan. Y se trata de una de las zonas más conservadas, auténticas y bonitas de la isla. Hoy os recomiendo una excursión a pie por el interior de la isla, que nos llevará a una cascada conocida como Es Salt des Freu. Después del recorrido, no os podéis perder uno de los pueblos más pequeños y poco conocidos de Mallorca: Orient. Situado en un pequeño cerro, y a pocos kilómetros del inicio de la excursión, es el lugar ideal para curiosear por sus calles y probar la auténtica cocina mallorquina después de un largo paseo.

Esta soy yo en las calles de Orient.

Imagen de la cascada de Es Salt des Freu.

Para llegar desde Palma al recóndito lugar, deberemos coger la carretera que va hacia Sóller. Una vez en la carretera de Sóller, tendremos que desviarnos hacia Bunyola. Dentro del pueblo cogeremos la carretera que nos llevará a Alaró (está indicado). La carretera es estrecha y tiene curvas, pero mientras conducimos veremos que el paisaje es totalmente salvaje. Mezcla relieves de montaña (se trata de la parte baja de la Serra de Tramuntana) con llanuras inmensas de un color verde intenso (está casi tocando con el Pla de Mallorca). Los diferentes relieves de montaña y llanura y las variadas tonalidades de verdes, no os dejarán indiferentes. Después de haber recorrido 8,5 kilómetros por la carretera habremos llegado al punto de inicio de la excursión que nos llevará a Es Salt des Freu. El coche lo podemos dejar en la propia cuneta de la carretera. Ya veréis como son muchos los vehículos que allí aparcan. Si miramos en dirección a Orient (quedarán pocos kilómetros para llegar), veremos como nace un camino con tendencia a bajar a nuestra derecha. Como señal de que estamos en el camino indicado, veréis que a la izquierda os quedará una especie de casa, que es el refugio de las ovejas de la finca. Además, la entrada del camino se encuentra cubierta de frondosas encinas. Aquí empieza nuestra excursión.

En este refugio de ovejas empieza el camino.

Imagen del valle.

-Punto de partida: Km. 8,5 de la carretera de Bunyola a Alaró.
-Calzado: Unas buenas botas son imprescindibles, pues por el camino nos encontraremos con tramos que llevan agua.

-Tiempo: 2 horas y 30 minutos.

-Dificultad: Media-baja.

-Mejor época: Cualquiera, pero especialmente es bonito en otoño, invierno o primavera.

El torrente y el sendero discurren en paralelo.

Empezamos la excursión que nos llevará a la cascada en cuestión. Unos pocos metros más abajo después de haber iniciado el paseo, nos encontraremos con una barrera que hay que salvar simplemente subiendo y bajando unas escaleras. Pasada la barrera seguimos el camino que está totalmente indicado. Durante la travesía podremos disfrutar de la naturaleza que nos ofrece este magnífico lugar: pinos, encinas, olivos y llanura. Estamos en pleno valle. La sensación de humedad se irá apoderando de nosotros a medida que vayamos avanzando y adentrándonos en el interior del bosque. Durante el paseo también podremos disfrutar de la idílica imagen de centenares de ovejas pastando a sus anchas. El entorno es simplemente precioso. Seguimos avanzando y por el camino podremos observar que todavía se conservan los antiguos bebederos de animales, construidos hace muchos años en piedra, algunos silos e incluso una antigua caseta de carboneros medio derruida. A medida que seguimos caminando, iremos dejando atrás los espaciosos paisajes de llanura, y nos iremos metiendo en el bosque. Es en este momento cuando nos encontramos con otra barrera que hay que saltar. No tiene ninguna dificultad. Una vez sorteada, veremos que el sendero se estrecha y que el cañón del torrente transcurre paralelo a nuestro camino. Antes de llegar a la casacada nos econtraremos con una encrucijada de caminos. No hay ningún problema, pues está todo indicado. Si continuáramos nuestro camino hacia Santa María, llegaríamos hasta el Avenc del Pou, pero esta es otra excursión que dejamos para otro día. Entonces, debemos seguir el indicador que nos llevará a Es Salt des Freu. En este momento ya estamos en un ambiente totalmente bosocoso y sombrío, quizás notamos que la humedad también ha aumentado y los grados han disminuido ligeramente. El camino no tiene pérdida alguna, pues transcurre entre paredes secas de piedra típicas de Mallorca (la piedra de marés). Finalmente llegaremos a la cascada. Es un lugar ideal para pasar con la familia, pareja, amigos o niños. Encontrar allí una cascada, en el interior de la isla, es toda una maravilla. A pesar de que no es muy alta (unos 400 metros de altura), el entorno es ideal para sentarse a desyunar con los acompañantes y disfrutar del sonido del agua y del silencio de la naturaleza.

Indicaciones.

La antigua caseta de carboneros.

                            
Para regresar al coche, simplemente tenemos que volver por el mismo camino. Si hacéis la excursión en otoño o invierno recordad que el sol se pone pronto y que dentro del frondoso bosque donde os encontraréis no llega apenas la luz. Por eso os aconsejo no apurar las horas de luz para volver. Una vez llegados al coche, lo cogeremos y seguiremos avanzando por la misma carretera hasta llegar a Orient.

Orient

Orient es un pequeño pueblo del municipio de Bunyola ubicado en el centro del valle mismo. Es una aldea de calles escalonadas que descienden desde la iglesia de Sant Jordi, probablemente edificada sobre un antiguo oratorio del siglo XIII. El pueblo conserva su tardicional fisionomía y destaca por su tranquilidad y sus casas de piedra. En la parte baja del pueblo encontraremos unos lavaderos y la Creu dels Llavadosos. El pueblo cuenta con un par de restuarantes en los que podremos degustar las especialidades de la cocina tradicional, como los populares asados de lechona (en mallorquín “porcella”). Es un lugar singular, mágico y auténtico, que no os podéis perder. Deseo que lo podáis disfrutar.  

Es Salt des Freu.

Una simpática oveja recién nacida.

Vistas del valle.

El valle.

Ver Es Salt des Freu y Orient en un mapa más grande