miércoles, 11 de abril de 2012

Cala Figuera, un paraíso de aguas cristalinas en Formentor

Ha llegado la primavera y poco a poco se acerca el verano. Esto significa que la temporada de baño ya está aquí. Y qué mejor idea para nadar que hacerlo disfrutando de las maravillosas aguas que nos ofrecen las playas y calas de Mallorca. Hasta ahora había compartido con vosotros excursiones, cultura, arquitectura y gastronomía típicas de la isla. Pero ha llegado el momento de empezar a desvelar lo que muchos consideran lo mejor de la isla: sus calas y sus aguas cristalinas. 

Cala Figuera, Fomentor.
Hoy os recomiendo visitar uno de estos paraísos que se esconden en Mallorca: Cala Figuera, en Formentor. Y digo en Formentor porque en las Baleares hay muchas calas llamadas Cala Figuera. Así no habrá confusión. Se trata de una cala virgen de arena, guijarros y rocas. El entorno está conformado por una naturaleza salvaje y agreste, y la cala la cierran grandes murallas de montaña que se levantan alrededor nuestro. Estamos en plena Serra de Tramuntana, zona especialmente protegida donde sólo escucharemos el silencio que los grandes acantilados desprenden y el sonido de los pajaritos. No hay hoteles, chiringuitos, ni cemento al alcance de nuestra vista.

Un pequeño embarcadero, al fondo.
Las montañas que envuelven la cala.
En total, dos embarcaderos.
Para llegar a esta cala, si salimos desde Palma, hay que tomar la autovía que va de Palma a Inca (Ma-13) y, según indicaciones, llegaremos hasta el Port de Pollença. No tiene pérdida. Una vez lleguemos al Port de Pollença encontraremos las señales pertinentes que nos adentrarán en la península de Formentor. Una vez empecemos a hacer curvas y a subir las montañas nos sentiremos en un lugar único, mágico e impresionante. En otra ocasión hablaremos del cabo de Formentor y de su faro, uno de los lugares más bellos de la isla. La naturaleza en este lugar es asombrosa, impactante y caprichosa, pues el relieve y las alturas de las montañas que conforman esta península nos trasladarán a un entorno radical y salvaje. Los enormes acantilados que se alzan como cuchillos en medio del mar nos dejarán boquiabiertos. 

Cabo de Formentor.
Parte de Formentor visto desde el faro.
Una vez hayamos entrado en la península de Formentor, tenemos que dirigirnos hacia el faro que lleva el mismo nombre que el cabo. El acceso a esta cala es muy fácil. En el kilómetro 13,5 de la carretera encontraremos una señal que nos indica su acceso. Justo ahí hay un descampado donde podremos dejar el coche y un único camino que podremos hacer a pie nos conducirá a este paraíso. El camino que hay que tomar para descender a la cala es incofundible y se adivina fácilmente. En unos 10 minutos llegaremos a Cala Figuera. Esta cala mira al noreste y al norte, encarada a la tramontana. Y la cierra el contrafuerte del Cap de Catalunya. Una vez en ella sólo veremos altos acantilados y vegetación salvaje. Y cuando dejemos de alucinar con la naturaleza que nos envuelve, descubriremos delante nuestro una cala de aguas cristalinas y de tonalidades turquesas. Ha llegado la hora de bañarse. A veces el paraíso está más cerca de lo que creemos...

A la izquierda de la carretera, en el kilómetro 13,5, la señal.
Inicio del camino.
El camino que nos conduce a Cala Figuera.
No os mentía, aguas cristalinas.

A continuación os dejo unas fotos, y al final un vídeo, pues en este caso sobran las palabras y la literatura. ¡A disfrutarla y a conservarla!
















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