Cerca de 8.000 personas formaron parte ayer de una cadena humana para unir s'Arenal de Sa Ràpita y Es Trenc en un acto convocado con el objetivo de mostrar el rechazo ciudadano a la construcción de un hotel y un campo de golf en Sa Ràpita, según ha informado a Europa Press la portavoz del GOB, una de las entidades organizadoras, Margalida Ramis.
De esta forma, la protesta ha superado las expectativas de las organizaciones convocantes puesto que el objetivo era lograr la participación de 1.500 personas, el número que habían calculado como necesario para unir estos dos espacios mediante una 'cadena simbólica'. No obstante, la alta asistencia ha ocasionado que esta cadena haya sido formada finalmente por varias filas de individuos.
El acto ha contado con la participación de diferentes representantes políticos de la oposición como la secretaria general del PSIB, Francina Armengol, o el portavoz del PSM-IV-ExM y la diputada de la coalición, Biel Barceló y Fina Santiago, respectivamente.
Además, otros de los asistentes han sido la secretaria general de los Socialistas de Mallorca, Sílvia Cano, el diputado socialista en el Congreso Pablo Martín, o el dirigente de IniciativaVerds, David Abril, entre muchos otros.
La iniciativa, que ha sido organizada por el GOB, la plataforma Salvem Sa Ràpita y Amics de la Terra, bajo el lema 'Encadena't per Sa Ràpita i Es Trenc', con la intención de ser una "manifestación lúdica" para "reclamar sentido común" a los partidos políticos que impulsan el proyecto en esta zona, ha explicado Ramis a Europa Press.
La campaña, que se ha extendido a través de las redes sociales, no será la última. Así, Ramis ha matizado que "se debe mantener viva la reivindicación" para que los políticos "reaccionen". En este sentido, ha comentado que el proyecto "no es la solución" a los problemas económicos de las Islas.
Por ello, desde la plataforma ecologista critican la "estrategia" del Govern, que "debería ser todo lo contrario" y así, "poner en valor la preservación de espacios intactos".
La construcción del hotel en Sa Ràpita es "un disparate total y absoluto", afirma Ramis. En su opinión, se debería trabajar para la reconversión de zonas con gran oferta turística en la costa de Mallorca. "Existen muchas zonas de posible reconversión, en ocasiones necesaria", ha valorado Ramis.
La plataforma ecologista añade en contra del proyecto, que la construcción también tendrá "efectos indirectos", como el consumo de agua de los acuíferos de los alrededores.
Fotos: Paula Macia
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